Después de ver Enterrado sabía que no tardaría mucho en volver a ver una película dirigida por Rodrigo Cortés en las carteleras y así ha sido. Lo que no me imaginaba es que iba a contar con un reparto de lujo y tantos medios a su disposición, aunque no me extraña porque ha demostrado que calidad le sobra.

El argumento se centra en la investigación paranormal, descubriendo las farsas de aquellos que dicen tener "poderes" paranormales. El principal "ilusionista" es Robert de Niro que no hace falta que haga el mejor papel de su carrera, está correcto y funciona en la película. Cabe destacar también la actuación de Leonardo Sbaraglia, no me lo esperaba y me fascinó, espero que siga teniendo oportunidades.

Los engaños son continuos, podríamos hablar de que es la marca del director y el final como no puede ser de otro modo, sorprende. Sin embargo, hay una conversación vital en la película, o por lo menos el director nos quiere hacer ver que es vital, pero no consigue trasladar esa sensación al espectador, quizá debería hacerse un nuevo visionado a la película para sentir todos esos matices que se pueden escapar. Seguid atentos a Rodrigo Cortés, puede que algún día lo veamos en la alfombra roja. Buena.